La ansiedad y la depresión en primera persona
Me llamo Juan y tengo 23 años.
Soy estudiante universitario,
Hoy quiero contarles que no disfruto de mi vida.
Padezco de ansiedad y ataques de pánico que me hacen sentir atrapado y generan demasiado sufrimiento a mi ser.
Me siento cansado y agotado, incluso cuando no he hecho nada.
Me cuesta encontrar motivación para hacer las cosas y me siento apático e indiferente hacia las actividades que antes disfrutaba.
No tengo buenas relaciones con mi familia, ni con mi pareja, ni con la sociedad en general. Para tratar de estar mejor, me aíslo de todo y de todos.
y me evado de todo lo que me rodea. Experimento estados de profunda tristeza debido a mi ansiedad, depresión y ataques de pánico.
Mi mente está en un constante estado de preocupación y me cuesta relajarme. Siempre he sido muy crítico conmigo mismo. Me cuesta aceptar mis defectos y virtudes. Mi mente está llena de pensamientos negativos sobre mi apariencia física y sobre cómo me percibe la gente. Sé que soy feo, y que las personas no gustan de mi apariencia y siento ese rechazo constante de los demás hacia mí.
Soy consciente que mi autoestima ha sido afectada significativamente por todo lo que me pasa por la cabeza y me siento inseguro en mi vida personal y profesional. Me cuesta relacionarme con las personas y me siento incómodo en situaciones sociales.
Mi cuerpo siempre está siempre tensionado, con dolores de cabeza y dolores musculares recurrentes. Mi estómago me dice que estoy enfermo, me duele, se retuerce cada instante
y quisiera poder arrancarlo de mí y dejar esta sensación de dolor, fastidio y angustia permanente.
Mi sueño, si a esto que me pasa cada noche puedo llamarlo sueño, es interrumpido por pesadillas y me despierto cada día más cansado y exhausto. No duermo bien, no descanso, no logro apagar mi cerebro, no dejo de pensar en mis responsabilidades y en todo lo que no logro hacer en el día, a veces quisiera apagar mi cerebro no sé si un rato o para siempre.
La vida social se ha vuelto cada vez más difícil para mí. Me cuesta hablar en público y me siento incómodo en situaciones sociales. A menudo me siento abrumado por una sensación de desesperación y soledad, incluso cuando estoy rodeado de amigos y familiares.
Me siento como un extraño en mi propia vida. Mi trabajo también ha sufrido debido a mi ansiedad. Me cuesta concentrarme y me siento abrumado por la responsabilidad. Me cuesta tomar decisiones y asumir responsabilidades. Siento que no tengo la capacidad para desempeñar un buen trabajo y me cuesta confiar en mis habilidades y conocimientos.
He perdido oportunidades debido a mi incapacidad para manejar el estrés. Mi mente está en un constante estado de preocupación y me cuesta relajarme. El estrés es una parte constante de mi vida, no logro manejar situaciones difíciles, me siento abrumado y sin saber cómo actuar.
A menudo me siento impotente ante los problemas y me cuesta tomar decisiones. Mi mente se llena de aquello que otros llaman pensamientos negativos, pero que, para mí, solo son pensamientos, no logro concentrarme en las tareas diarias algo tan simple como hacer mi desayuno es toda una odisea, porque no sé decidir ni siquiera que quiero comer, ni a que horas o si debo hacerlo.
Los ataques de pánico son comunes para mí, y pueden ocurrir en cualquier momento, incluso cuando no hay un desencadenante aparente. Cuando tengo un ataque de pánico, siento una sensación de miedo intenso e incontrolable. Mi corazón comienza a latir con fuerza y puedo sentir una sensación de ahogo. Mi mente se llena de pensamientos y siento como si algo terrible fuera a suceder. Mis músculos se tensan y comienzo a sudar. Me cuesta respirar y me siento como si estuviera a punto de desmayar. A menudo me siento mareado y tengo náuseas. Mi mente se llena de pensamientos extraños y me siento como si estuviera en una pesadilla.
No me alimento bien, casi nunca como en horarios establecidos, me disperso y ni siquiera me importa alimentarme. Tengo pensamientos obsesivos sobre la muerte que me aquejan todos los días, sueño con lograr descansar mi mente y a veces, solo a veces, creo que esta es la única salida.
Siento que no soy útil para la sociedad, que no tengo un propósito ni una razón para seguir viviendo. A veces me pregunto si todo esto vale la pena, si realmente estoy haciendo algo bueno con mi vida. Me siento solo y vacío, como si no tuviera nada que me llenara. Trato de buscar ayuda, pero me resulta difícil abrirme a los demás.
No quiero ser una carga para nadie y me siento avergonzado de mi situación. La tristeza y la ansiedad son mis compañeras en este tormentoso viaje de la vida. A menudo me siento solo y desesperado, como si no hubiera salida. Y A veces me pregunto si alguna vez podré superar mis problemas y encontrar algo de felicidad en este mundo sombrío y vacío.
Soy Juan, y necesito ayuda y si te identificas con algo de lo que te he contado, tú también necesitas ayuda.
Busca apoyo. Esta lucha es de muchos.
Historia de vida de Juan: La ansiedad y depresión en primera persona
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