1. Crea un espacio único para estudiar.
Se recomienda realizar sus estudios en un espacio agradable, libre de distracción y donde pueda potenciar todas sus capacidades, el uso de un escritorio exclusivo puede ayudar a que usted cuente con su propio espacio. Después de 30 minutos de estudio, deje este escritorio y regrese solo cuando esté listo para comenzar de nuevo.
2. Crea una rutina que favorezca el aprendizaje.
Proponer y apegarse a un currículo tiene un impacto medible en el desempeño de los estudiantes. Un enfoque desorganizado para estudiar conduce a estudiar hasta altas horas de la noche cuando la somnolencia y la fatiga interfieren con la concentración. Además, a medida que se sienta más cómodo con su horario, dejará de saltarse los períodos de estudio y podrá asignar más tiempo en consecuencia.
3. Cantidad no es calidad: Prioriza tus procesos.
Desde el tiempo que pasamos hasta la calidad del tiempo dedicado al aprendizaje, son influyentes en los resultados, de la atención y la calidad de estudio depende el éxito de tu aprendizaje. No tiene sentido dedicarle tiempo a un tema para estudiar, si a la vez pierdes tu atención en redes sociales o haciendo multitasking. Por muy bueno y versátil que seas en un determinado campo, no puedes asimilar y aprender de esta manera. También es bueno aprender técnicas de concentración para facilitar el aprendizaje.
4. No todos aprenden igual, revisa diferentes técnicas de aprendizaje.
Según la revista Time, a los estudiantes les va mejor en los exámenes si utilizan diferentes técnicas de estudio en los últimos días. Por ejemplo, grabe sus notas de clase, cree tablas de comparación, combine ideas y practique resolviendo preguntas de prueba simuladas.
Algunas técnicas de estudio para potenciar tu aprendizaje pueden ser: Subrayar lo importante, realizar tus propios apuntes, construir mapas mentales, crear fichas de estudio, resolver ejercicios y casos prácticos, realizar test o simulaciones del contenido que se esta estudiando, desarrollar una lluvia de ideas o Brainstorming, realizar asociaciones de la temática con temas que te sean familiares, organizar tus horarios, contenidos y técnicas de estudio, utiliza métodos de aprendizaje basados en las inteligencias múltiples por ejemplo el movimiento, el sonido, la memoria, etc. Podrías crear un foro en alguna de las redes sociales y compartir conocimientos con tus compañeros.
5. Aplica la taxonomía de Palincsar y Brown (1948) aplicando las siguientes estrategias:
Parafrasear: utiliza tu propio lenguaje para comprender y describir la información contenida en los textos.
- Inferir: sacar conclusiones a partir de contenidos explícitos e implícitos.
- Resumir: seleccionar los puntos principales y extraer las ideas clave.
- Predecir: adelantarse, suponer, anticipar, prever, pronosticar, establecer inferencias.
- Clarificar: puntualizar, especificar y explicar aspectos del texto.
- Preguntar: permite generar procesos de pensamiento y activar conocimientos previos.
6. Enséñale a alguien lo que has aprendido.
Dicen que la mejor forma de aprender es enseñanza, y si lo practicas con tus compañeros se irán afianzando y complementando tus aprendizajes. Si eres capaz de enseñarle a alguien un concepto, significa que realmente lo has aprendido. Además, lograrás identificar las debilidades en tu aprendizaje y tus comprensiones con más facilidad.
7. Realiza procesos de asociación.
El aprendizaje asociativo ocurre al asociar un estímulo, idea o pensamiento con una acción particular, cambiando así la acción. De hecho, es una de las teorías del aprendizaje, junto con el aprendizaje significativo y el aprendizaje emocional.
Este tipo de enseñanza se puede realizar tanto en situaciones cotidianas como familiares, permitiendo aprender conceptos más complejos y espaciales. Gracias a nuestra experiencia pasada, podemos anticiparnos al futuro y tener una guía para evitar el proverbial “tropezar dos veces con la misma piedra”.
8. Trata de huir de la memorización literal.
Intenta tomar la información contenida en los textos como propios, intenta relacionarlo con episodios de la vida, de reformular éstos con tus propias palabras intenta utilizar ejemplos de conceptos que te sean familiares, el aprendizaje que no es literal suele durar mucha más en el tiempo.
9. Trata de desarrollar sesiones de estudio entre 25 y 30 minutos, haz pausas.
No hay nada más ineficiente que estudiar durante horas sin descanso. Un estudio de la Universidad de Michigan determinó que el tiempo de concentración óptimo para los estudiantes es entre 25 y 30 minutos. Los investigadores encontraron que después de 30 minutos de lectura, los estudiantes comenzaron a distraerse y su comprensión disminuyó.
10. Intenta ser feliz, nada se aprende sin la felicidad.
Parece obvio, pero no lo es, el índice de felicidad para el aprendizaje incluye el aumento de la autoestima, la satisfacción con el desarrollo personal, la reducción de emociones negativas, y la aspiración a una vida más plena y que tenga sentido. La felicidad necesariamente favorece el aprendizaje.
